Boquerones fritos con aceite de pepita de uva.
Disculpad la ausencia pero los últimos acontecimientos me han dejado mal sabor de boca y ando por la cocina como un fantasma haciendo lo justo y sin intentar impresionar a nadie. Ella nos dejó como última receta una manzana, qué curioso si pensamos en la historia de Adán y Eva, como mujer vino al mundo y como mujer nos dejó, con una manzana y con toda la dulzura que la caracterizaba. A algunas de vosotras os contaba que parece increíble que detrás de todo esto haya personas de verdad, como el ordenador funciona con luz y la luz nunca se acaba, aunque momentos de oscuridad tenemos todos, yo pensaba que vosotras, incluso yo, éramos inmortales y que si yo había salido de la enfermedad junto con Sole, Dulós, Carmen, Isabel y tantas otras personas que me habéis contado vuestras experiencias, ella también saldría. Creo que nadie sabíamos que Gladys estaba tan mal. En mi lucha recordaré siempre sus comentarios y como quiera que ahí arriba parece que estén haciendo elecciones y la eligieron a ella junto con Benedetti, que esté en paz, que ha ganado dignamente la batalla de la vida.
Esta mañana pasé por el Mercado de Micer Mascó al que suelo ir de vez en cuando porque no es un mercado grande, simplemente son unas tiendas asociadas: verdulería, pescadería, carnicería y pollería, todo en un local pero con una calidad excelente. Me llevé estos boquerones y decidí freírlos con aceite de pepita de uva que está indicado para las personas que tienen el colesterol alto. La pescadera me hizo el favor de quitarles la espina porque yo no puedo andar pinchándome ni con esto ni con nada, toca todo tipo de prevención de heridas (gracias Emi por tus consejos, que para la faena soy muy burra). Intenté darles su importancia, acompañarlos de un buen limón y presentarlos en sociedad. No es un plato del otro mundo pero si os digo que estaban fresquísimos y que con 5 € me han salido dos platos como el de la foto, hemos comido 4 personas un segundo plato y no ha sobrado ni para Fredy, la cosa cambia. Además de que estamos en crisis, el pescado azul es muy bueno y la presentación "importa", para mí lo más importante es que hoy he sido capaz de levantarme pronto, hacer las cosas rápido, huir de las tristezas, empezar a sustituir las bombillas de casa por las de bajo consumo, disfrutar del sol y escribir que ya hacía tiempo que no lo hacía. La vida sigue.